Existen teorías que sugieren que la raza se originó en el antiguo Egipto y desde luego la forma del cuerpo es similar a las imágenes de Bast, la diosa gata egipcia. No obstante, no hay pruebas de que procedía de Egipto.
Lo que la historia nos dice es que son una de las razas de gatos más antiguas registradas y que los ancestros de los gatos modernos fueron encontrados en el reino de Siam, actual Tailandia, que es de dónde proviene su nombre.
Los gatos reales de Siam
Gran parte de la historia del gato siamés se pierde en las brumas del tiempo, pero los registros que se encuentran en Tailandia, que datan de la década de 1600, confirman que desde ese momento ya existían los gatos siameses y que eran muy apreciados como mascotas.
Sólo a la realeza o la nobleza se les permitía poseerlos, ya que juagaban un papel especial dentro de los palacios y en la vida del templo como guardianes espirituales. Cuando alguien importante moría, se elegía un gato para recibir y albergar a su alma. Luego el gato pasaba el resto de su vida en el lujo, siendo mimado y cuidado por los sacerdotes del templo, porque creían que esto le daría suerte al fallecido en el más allá.
También se dice que los gatos pueden haber sido como una especie de “alarma ‘, alertando a los sacerdotes con sus gritos en caso de que hubieran extraños alrededor.
Cuentos sobre el gato siamés.
Existen algunas leyendas encantadoras sobre el gato siamés que surgieron en el tiempo de los palacios y los templos. Esas historias incluyen leones, monos, copas, anillos y cuentan hasta cómo el gato siamés obtuvo su cola enroscada y los ojos enfadados.
La historia antigua sobre los gatos siameses en el Oeste
Hay informes contradictorios sobre cuándo llegó exactamente la raza por primera vez a Inglaterra y los Estados Unidos, pero todos los registros apuntan a finales de 1870 o principios de 1880.
Entre los primeros gatos que llegaron a Inglaterra estuvo un par traído desde Tailandia por Sir Edward Blencowe Gould, quien era en ese momento el Cónsul General en Bangkok. Un miembro de la familia real de Tailandia, posiblemente el propio rey, le regaló a Sir Edward un par de gatos siameses, que él a su vez, le diera a su hermana Lilian Veley. Estos gatos, llamados Pho y Mia, así como tres de sus gatitos fueron mostrados en el Palacio de Exposiciones de Cristal a mediados de la década de 1880.
Cruzando el Atlántico
Uno de los primeros gatos siameses que aparecieron en los EE.UU. llegó a principios de 1879.
Esta pequeña hembra, apropiadamente llamada Siam, fue un regalo para el presidente Rutherford B. Hayes y se convirtió en el precursor de varios gatos siameses famosos dentro de la Casa Blanca. Siam, quien fue enviada desde Bangkok por David Sickels, un diplomático de EE.UU., a la Primera Dama Lucy Hayes, y descrita como “de color caoba” sobrevivió a lo que entonces era un viaje de dos meses, desde Tailandia a Estados Unidos. Se piensa que esta gata era un siamés seal point.
Gatos populares
Desde sus orígenes en Siam, pasando por su llegada a Occidente, hasta la actualidad, la popularidad de los gatos siameses ha crecido de forma constante. Probablemente llegó a su punto máximo en los años 1950 y 1960, pero siguen siendo conocidos y amados en todo el mundo.
Además de ser mencionados en una línea de la canción clásica de Bob Dylan ‘Like a Rolling Stone’, los gatos siameses han protagonizado novelas, cuentos, autobiografías, programas de TV, películas y dibujos animados.