Probablemente existen tres tipos distintos de gatos siameses, aunque algunos aficionados a los gatos reconocen sólo dos. Es importante saber que el tipo se refiere a la forma del cuerpo del gato, no a su color. Así que cada uno de los tres tipos descritos aquí, también se pueden encontrar en cada una de las variantes de colores de gatos siameses. Distinguir perfectamente entre los tipos de siameses puede ser un poco complicado, pero a continuación mostramos algunas definiciones que pueden ayudarte a identificarlos mejor.
El aspecto original
Las fotos de los primeros gatos de esta raza que llegaron a Occidente muestran que eran más grandes y pesados que muchos de los siameses actuales. Tenían cuellos amplios y cuerpos redondos.
¿Cuándo y por qué cambió la apariencia?
Desde hace algún tiempo, las directrices demostrativas para el estándar de la raza exigen que los gatos siameses tengan cuerpos delgados y largos, patas y cola delgada y larga, cuello largo, cabeza en forma de cuña y orejas grandes.
Debido a esto, en los últimos años la crianza selectiva ha cambiado la forma del cuerpo, transformando la apariencia de aquellos gatos tailandeses originales en un felino más delgado y esbelto.
Por supuesto que hay muchas características de los gatos siameses comunes para todos los tipos que conforman la raza y hasta la década de 1980, cuando se hicieron los primeros intentos para clasificar los diferentes tipos de siameses, no existió realmente ninguna distinción en cuanto a “tipo”, a pesar de las variadas formas del cuerpo.
No existen dos gatos idénticos, a veces puede ser difícil ver un gato en particular y decir con certeza que se trata de un tipo u otro. Las variaciones en la forma del cuerpo son numerosas y todos los gatos se clasifican dentro de un amplio espectro de formas y tamaños. Así que las descripciones siguientes son una guía de referencia rápida para los tres tipos de gatos siameses más aceptados.
El siamés applehead y los tipos tradicionales
Los primeros gatos exportados de Siam tenían caras redondas, cuerpos pesados, musculosos y redondeados. Con los años la tendencia a alejarse de esta estructura corporal para crear un gato ágil y más esbelto, lamentablemente llevó a algunos problemas de salud graves y esto a su vez provocó que algunos criadores trataran de crear nuevamente el look de los gatos originales y saludables.
Así surgieron los gatos siameses applehead, un gato de cara corta y redonda, criado mediante cruces entre las razas de gatos de pelo corto americana y británica. Estos gatos también son conocidos como los gatos siameses tradicionales.
El viejo estilo o el siamés clásico
Con una apariencia entre el applehead y el siamés moderno, el siamés clásico también es conocido como siamés de viejo estilo, refiriéndose a la apariencia de los gatos que eran populares en los años 50, 60, y 70. Por eso en ocasiones se les dice gatos siameses pasados de moda.
A veces las distinciones se confunden entre el applehead y el clásico. Algunas personas se refieren a este tipo de siamés como el applehead, y por el contrario, otras se refieren al applehead como el de viejo estilo. Sin embargo, un siamés clásico, aunque todavía tenga huesos grandes, por lo general tiene un cuerpo más largo y más delgado que el siamés tradicional o applehead. También tiene una cara triangular más fina, aunque no con tanta forma de cuña como el siamés moderno.
El siamés moderno es el tipo más fácil de identificar y es el que podemos ver en los anillos de demostración. La forma de su cuerpo es más extrema, sus huesos son finos, largos y delgados al igual que su cuerpo. El cuello, la cabeza y la cola son agudamente triangulares y las orejas son grandes. También tienen hocicos largos y la nariz más recta que los dos tipos de gatos siameses anteriores.
Estos gatos son muy elegantes, pero su cría provocó algunos problemas de salud graves para la raza en el pasado. La tendencia hacia cabezas más pequeñas y orejas más grandes resultó en algunos casos de defectos visibles de nacimiento, incluso nacieron gaticos con los ojos ubicados en los lados de la cabeza.
También hubo casos de daño en los órganos, como cardiomiopatías e insuficiencia renal, acortando la vida de muchos gatos. Afortunadamente el siamés moderno es sano y puede vivir tanto como cualquiera de los otros tipos.